Los orígenes de la socialdemocracia se remontan a el mismo nacimiento del socialismo, pero la versión más edulcorada de la misma la vimos en el s.XX. Contamos muchos más detalles históricos en la primera parte del programa antes de analizar las causas de la caída electoral de los partidos socialdemócratas. Las respuestas a este fenómeno pasan por comentar las experiencias de Podemos o Syriza. Finalizamos hablando de las alternativas ante la falta de recorrido de la vía parlamentaria frente al voraz neoliberalismo actual.Con Josefina Martínez, Julián Vadillo y Alex Martín. Modera Marta Luengo.
Fotografía de Guzmán Lozano
Hola, habitantes del nido-cueva mugremita, los podemitas sois unos populistas herbivoros y perroflauticos. Lo que hace falta es un populismo de los de verdad de extrema derecha antiinmigración y antigilipolleces.
Se ha pretendido extender la idea de que en España no hay una ultraderecha fuerte porque la aglutina el PP. Pero es falso. El PP es un partido de clase -de clase pudiente- y ultraneoliberal que se ve a la legua. En España no hay una ultraderecha clásica fuerte porque en la partitocracia del 78 la función de la falange la llevan a cabo los partidos pseudoizquierdistas; IU, probablemente extinguida, El PSOE y el repuesto del PSOE que se pretende para las nuevas generaciones cuando mueran los abuelitos, o sea, los del plagio del eslogan esnob y cursi de Obama. Ellos integran las masas obreras alienadas en el estado monárquico y las ponen al sevicio de la oligarquía de partidos tal y como lo hacía la falange en la anterior etapa del franquismo con la dictadura. La socialdemocracia es la peor expresión de la pseudoizquierda. Y la pseudoizquierda es la peor forma de ultraderecha y la más peligrosa en estos momentos, sobre todo por el daño que ha hecho.
EL NEORREFORMISMO AL BORDE DEL FRACASO
La criminalidad del PP y su gobierno, presidido por Rajoy es manifiesta. Continúan mandando en las Cortes, mientras ante la creciente indignación de los ciudadanos decentes, se suman diversos atentados contra aquellos que más sufren sus crueles medidas; la gente parada o precarizada, víctima de la Reforma Laboral, y ahora los pensionistas, una vez podada la hucha de la Seguridad Social, con un mísero aumento del 0,25 % por cuarto año consecutivo, cuando se espera una inflación de 1,25%. La colaboración del PSOE y su gestora refrenda estos comportamientos fascistas, al igual que Ciudadanos, ese club falangista dispuesto a restaurar La Grande y Libre que Franco y el Clero impusieron durante más de cuarenta años. La devolución del importe saqueado por la Banca mediante las Clausulas suelo será cancelado empleando una batería de medidas tramposas de su magia negra. Ellos representan el interés de los bancos, de manera que tienen barra libre para saquear a quienes reclamen justicia.Lo que diga la Comisión Europea les importa un rábano, pues sus corporaciones ejecutan las principales ordenanzas. Mientras eso sucede, Podemos entra en crisis iniciando el recorrido de su disolución. Parece evidente que, por medios parlamentarios no se ira el PP. Por esa razón, comprendida a medias, Iglesias carga contra Errejón. Sin embargo se resiste a enterrarlo junto a los secuaces que defenestró, y los que aún continúan apostando por erigirse en funcionarios, como el defenestrado López, Rita Maestre y Tania sánchez, aunque no sólo los soldaditos de madera del discípulo de Laclau y Chantal Mouffé juegan a este juego, ambicioso y perverso. El delegado madrileño pablista, vendedor de pisos protegidos, oficialmente exitoso, es otro apparatchik en ciernes. En realidad Podemos fue un invento electoral de profesores de La Complutense, que habían asesorado a los llamados gobiernos progresistas de América Latina, hoy eclipsados por el ascenso de la derecha neoliberal tras el desplome de las materias primas en el mercado internacional.
La desastrosa estrategia empleada para disputarle el liderazgo de un sector de la clase media al PSOE, partido al que subordinaron buena parte de su esfuerzo, con resultados que le permitieron sobrevivir, aún dividido y desprestigiado, pero sin pasokisación, desvela el bajo calado teórico y la orfandad política del invento. El rol de los anticapitalistas no está claro. Miguel Urbán cree en la unidad de Podemos, al igual que el voluble Echenique y Teresa Rodríguez. Toda la formación es neorreformista, fórmula insuficiente que, en la práctica, modifica poco y nada la real subordinación de la política española al directorio de la UE, alertando a la extrema derecha local sobre los peligros que la aguardan, al reiterar de paso el fiasco de Syriza en Grecia. La tragedia hispana es la de Europa toda, en manos del fascismo del siglo XXI. Librarse del mismo será obra de hombres y mujeres que sepan vencer al enemigo defendiendo principios anticapitalistas inamovibles, de los que el reformismo y sus secuelas abjuraron al nacer. Los lacrimosos y falsos cantos de Iglesias a la unidad procuran ocultar su refuerzo estalinista, tan nefasto como el parlamentarismo mendicante de Errejón y los suyos. Mientras, los parados y precarizados, que suman ya trece millones, enfrentan un año difícil y especialmente feroz a manos de sus victimarios. Esa es la realidad objetiva de hoy y los próximos meses en el Estado Español.