Continua la escalada de tensión entre el Gobierno de España y la Generalitat de Catalunya por el referéndum del 1-O. Parte de España aplaude las medidas de control del Gobierno mientras que otra las considera medidas puramente represivas. Todos se atribuyen la legitimidad y la defensa de los valores democráticos. A nosotros se nos acaban las fotos con esteladas para meter en portada. Pasan los días y el 1-O se acerca. Analizamos cómo está la situación de cara al referéndum. Ya entrando en el terreno puramente económica, analizamos cómo siguen bajando los salarios pese a las noticias de mejora de la economía y hablamos sobre banca ética, si puede ir más allá del oximoron. Con Ignasi Carrera y Francisco Guillén. Conduce Juan Carlos Barba.
Fotografía de Daniel Garcia Peris
Que de un tiempo a esta parte los enlaces a Ivoox no salen en la entrada.
Por Dios que hay que buscarse la vida de mala manera para encontrar el puñetero programa.
Sr. Barba, vuelves a generalizar, me considero de izquierdas y ni me hace gracia ni deja de hacerme, me la trae al pairo lo que hagan unos y otros es su pelea ( de gallos por cierto).
Cómo rojo que soy, que no cuenten conmigo para hacer barreras, muros o fronteras… Cuando quieran derribarlas, el primero.
De entrada decir que estoy totalmente de acuerdo con el derecho de cualquier comunidad a declararse soberana. No obstante, la comparación con el caso de Canadá-Québec que traza Juan Carlos Barba al principio del programa es completamente desacertada. En primer lugar, en lo que se refiere a lo básico, de buen talante entre las dos comunidades en Canadá o entre los partidos que defienden la unión o la independencia, nada de nada. Cualquier cosa que se
Haya podido decir en el caso de Catalunya-España, cualquier desprecio, se ha dicho en el caso de Canadá-Quebec, y yo diría que bastantes más.
Yendo ahora a lo particular, la Constitución canadiense, mejor dicho el Acta de la Norteamérica Británica, que cita J.C. Barba en el programa se encontraba todavía en Londres en el primer referéndum, 1980, y bajo la autoridad del parlamento británico. Fue en 1982, dos años después del referéndum, cuando el gobierno de Pierre Trudeau “repatrió” la constitución a Canadá para ponerla bajo tutela de las autoridades legislativas canadienses. Lo que Juan Carlos Barba ha leído es la versión reformada en Canadá de ese acta, la cual se completa con la Ley de claridad. En esta ley se delimita lo de “si una mayoría clara” que se oye en el minuto 10:12. La claridad de la dicha mayoría es determinada por el parlamento canadiense de acuerdo con los criterios en la ley http://lois-laws.justice.gc.ca/eng/acts/C-31.8/FullText.html y es este parlamento el que debe autorizar o no al gobierno la negociación de la secesión.
Ahora vayan y véndales este montaje canadiense a los independentistas de Catalunya, a ver cuántos lo aceptan…