LA TIERRA QUE NOS PARIÓ.

Enfurecido el caballo brincó sobre la arena  y lo pisoteó hasta la muerte.

Pura sangre nació, pura sangre creció, libre, fuerte y sano.  Encadenado en su juventud a las cadenas de un molino que giraba y giraba hasta al anochecer,  vio crecer nuevos compañeros que nunca conocieron la libertad. Él sí pudo  romper el aire con su trotar, le brindó sus crines, bebió en los arroyos, pastó en los valle y nunca tuvo amo. Ahora, reducido a la mínima expresión deja pasar los días hasta la muerte, el odio le permite mantenerse en píe y la angustia le oprime al ver a sus jóvenes compañeros como cumplen, vuelta tras vuelta con el molinero. Tienen su comida y su cama, es lo único que han conocido y las historias del abuelete,  son eso, historietas edulcoradas por la edad, nunca existió un mundo más allá de la valla, no hay ríos ni  praderas verdes, solo un molino, un abrevadero y una valla.

Noche larga, insomnio, a pesar del cansancio y de la edad no concilia sueño alguno, quizás porque ya no tiene nada  por qué soñar, quizás porque la vieja cadena ha saltado de sus goznes, invadida por el óxido. ¿Libre?

El amo se acerca, el sol aún se camufla disimuladamente entre las montañas por las que surge y la jornada comienza, salvo hoy. Rompe su mentón con una coz violenta, llena de odio, el amo muere en el acto. Mira hacia sus compañeros y comprueba en sus semblantes que nada entienden, ya solo puede  correr mientras mira hacia atrás sabiendo que sus ignorantes  amigos se preguntan aterrorizadamente.

–           ¿Quién les va a dar ahora de comer? Se ha vuelto loco el viejo caballo, ha matado a nuestro hacedor, suministrador de comida y cama.

–          ¿Debemos seguir dando vueltas al molino?

–          ¿Qué hay más allá de la valla hacia donde el viejo ahora escapa?

El viejo alazán sabe que morirá, galopará hacia la luz del sol, caerá extenuado en la tierra que le vio nacer, que le vio parir, su hocico dará con el suelo pero no será pisoteado hasta la muerte, se irá libre.

Solo una pregunta se llevará a su descanso.

–           ¿Sin cadenas, se harán libres o morirán esperando la venida de un nuevo amo?

Él sabe que tienen un gran corazón, son jóvenes y fuertes, desconocen el mundo porque se les ha privado de la información necesaria, sólo sus proclamas disonaban y era tildado de excéntrico. Ahora descubrirán la verdad, se adentrarán en la jungla del presente y se harán con las herramientas necesarias para defender aquello que siempre se les quitó, desde su nacimiento, la libertad de ser libres.

Ahora nadie les puede parar, ahora ya tienen el conocimiento y juntos  tienen el poder para evitar que amo alguno les prive de su razón de vivir, ser libres y decidir libres.

“LA VERDAD OS HARÁ LIBRES”.