Más de setecientas hectáreas calcinadas podrían haberse salvado del fuego si el servicio que opera en Castilla La Mancha la extinción de incendios hubiera permitido actuar a tiempo a los bomberos de Albacete
El incendio ocurrido en Ayora hace dos semanas podría haberse evitado si la administración castellanomanchega no hubiese dado la orden a los bomberos de Albacete de que no podían actuar en la provincia de Valencia.
Esta es la denuncia que hacen los efectivos, voluntarios y vecinos que trabajaron en la extinción del fuego y que esta mañana se han reunido para valorar las actuaciones de las dos comunidades autónomas.
El fuego, que calcinó más de 700 hectáreas, se originó a tan solo doce minutos del retén de bomberos más cercano, en Almansa, provincia de Albacete. Sin embargo, según los efectivos, cuando se disponían a intervenir, “con el equipo necesario y ya en movimiento”, el Parque “recibió la orden, por parte de la central del Sepei (Servicio Provincial de Extinción de Incendios), de regresar”. El Sepei, a su vez, “había recibido la orden de la central del Infocam” con el argumento de que “el territorio donde se había producido el incendio pertenecía a la Comunidad Valenciana” y la extinción del fuego “no era competencia del gobierno regional castellano-manchego”…TEXTO COMPLETO