Las recientes críticas a las designaciones de la sobrina de Luis De Guindos o la de hija del ministro Miguel Ángel Arias Cañete, o los “amiguetes” de Soria; los reproches del exministro Jordi Sevilla a aquellos que generalizan el buen retiro de los políticos, o las explicaciones dadas por el jefe de prensa de Diego Valderas, quien este lunes se apresuraba a desmentir que unos jamones sirvan para presionar a un político y encontrar así un trabajo, han despertado la criticas hacia un clásico de la política española: el enchufismo.
Una práctica que al parecer se despliega con familiares y la gente de partido en una lista que se antoja interminable. Ni PP ni PSOE se libran de ellos. El resto de partidos tampoco. El PP defiende que los funcionarios deben tener “el mismo trato” que el resto de trabajadores
El pasado mes de julio, investigadores y funcionarios denunciaban el enchufe familiar en el Estado. Lo que técnicamente se denomina endogamia, nepotismo, que no siempre ha sido bien interpretado cuando se trata de promociones internas que no tienen nada que ver con la ‘dedocracia’ o la libre asignación de cargos donde irrumpen en aluvión nombres de hijos, sobrinos, allegados a las familias, o simplemente personas que pertenecen a un partido….TEXTO COMPLETO