Estas cosas luego explican otras:
El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, está disfrutando de sus vacaciones de agosto como invitado en una de las casas más espectaculares de la Costa del Sol. Es un lujoso palacete en Marbella construido a imitación de una villa romana de Pompeya, la ciudad que fue sepultada por la erupción del volcán Vesubio.
La exclusiva vivienda, copiada piedra a piedra sobre el original, tiene incluso termas y está valorada en unos quince millones de euros, según una fuente que ha asistido a alguna de las lujosas fiestas que celebra su propietario. El anfitrión del fiscal general del Estado tampoco es un cualquiera. Se trata de José Manuel Serrano Alberca: un millonario abogado, experto en recalificaciones y urbanismo, que a principios de los noventa fue salpicado por un escándalo político, el caso Renfe (o caso AVE)…TEXTO COMPLETO