La partitocracia va a asestar hoy viernes 7 de junio un nuevo golpe mortal a la separación de poderes: el Consejo de Ministos va a desvelar los nombres de sus dos candidatos al Tribunal Constitucional, que en un habitual “cambio de cromos” con el PSOE, serán “elegidos” por los partidos políticos. La pantomima roza además el sarcasmo: los cuatro aspirantes presentan un curriculum plagado de deméritos, que en política son, sin embargo, medallas: uno presume de apoyar el crucifijo en las escuelas públicas, otro ha sido denunciado por hacer trampas electorales, un tercero hace carrera política desde la fundación de Aznar (FAES) y el cuarto fue imputado en el “caso Palma Arena”.
La agencia Europa Press desvelaba anoche que, sin ningún pudor, el Consejo de Ministros hará público hoy el nombre de los dos candidatos que el PP va a presentar para formar parte del Tribunal Constitucional. El Poder Ejecutivo eligiendo al Poder Legislativo es algo de traca que hace pensar que la “democracia” española es en realidad una opereta. La ficción que en España supone una Justicia desligada del poder político continuará con el pacto con el PSOE para que se renueven otros dos magistrados en el Consejo General del Poder Judicial.
Mientras que los jueces que muestran su valor para impartir justicia (Elpidio Silva, Ruz, Pedraz, Otero, Alaya, Castro y poco más) son puestos en la picota por su independencia, el curriculum de los cuatro candidatos a ser sus máximos exponentes es sonrojante: Javier Borrego, abogado del Estado y ex-juez, es el único de los candidatos que tiene fama de hombre serio y riguroso. Hombre religioso, se ha mostrado partidario de mantener los crucifijos en las escuelas públicas y en contra del aborto. Si solo se le pueden achacar en su contra estas ideas, sería el mejor candidato de los cuatro pues no ha sido nunca acusado de corrupción, mercadeo o “contaminación” política, aunque su ideología sea conservadora, toda vez que el curiculum de los demás aspirantes es para echarse a temblar:….ARTÍCULOS COMPLETO