Primero la mafia mata y luego llegan los carroñeros.
La Fundación Avata y la asociación Apafas contactan con parientes de fallecidos y con heridos a bordo del Alvia para unirse bajo el paraguas de despachos que cobran hasta el 20%. Los afectados se asesoran por víctimas del accidente del metro de Valencia.
Herido el pasado 24 de julio en el trágico accidente del Alvia,Cristóbal González Rabadán se recompuso en menos de un mes y ha recorrido en los últimos días numerosos medios explicando por qué ha decidido crear un colectivo, la Asociación de Perjudicados por el Accidente Ferroviario del Alvia de Santiago de Compostela (Apafas). “Pedimos la verdad, claridad y transparencia y que esto no vuelva a ocurrir”, declaró recientemente a un diario, al que reveló su “temor e irritación” de que el caso termine politizándose. Así, González Rabadán ha contactado con heridos como él y con las familias de los fallecidos animándoles a formar parte de su agrupación, detrás de la cual aparece un bufete de abogados que ya ha empezado a levantar suspicacias entre algunos de los afectados.
Junto a Apafas viaja el despacho González Martín & Asociados, que Cristóbal González (cuyo parentesco con los socios del bufete este medio no ha podido probar) vende como un equipo de abogados que ha “conseguido las mayores indemnizaciones de la historia de España” en tragedias similares. Pero, ante la insistencia de las familias de las víctimas, éstas le han sonsacado sus honorarios: 15% de la indemnización final, si la hay, más el proceso civil que conlleva poner una reclamación.
Comisiones no tan altruistas…TEXTO COMPLETO