A pesar de los anuncios del Gobierno en sentido contrario, la realidad respecto al empleo es muy distinta. Los datos de paro en bruto tienen poco significado, en una economía con tantas variaciones en su actividad según la época del año, si no se tiene en cuenta este efecto estacional.
Esa corrección la realiza el propio Ministerio de Economía y ya está disponible. La imagen que tenemos entonces es radicalmente diferente de la que ofrece el discurso triunfalista del Gobierno, ya que en lugar de la cacareada reducción del paro de 79.701 personas nos encontramos con un aumento (ajustado estacionalmente) de 37.750 personas. En el gráfico puede apreciarse el repunte.
Desde principios de año el aumento sube hasta 127.900 desempleados más. Como se viene avisando desde aquí, la estabilización en el número de parados que se vio en el segundo semestre del pasado año no era sino un efecto retardado de las medidas de estímulo que se truncaron de forma súbita con la crisis de deuda de mayo de 2010. Ahora estamos asistiendo a los efectos sobre el empleo del nuevo desplome de la economía que comenzó hace 10 meses.
Por su parte, las afiliaciones no sufren mejor suerte y, una vez corregidas estacionalmente, bajan también en 10.180 personas, en lugar del dato en bruto (que es aireado por el Gobierno) que muestra un aumento de 117.900 afiliaciones.
El dato de afiliaciones (y de paro), además, está maquillado por el hecho de que el empleo a tiempo parcial está aumentando de forma muy rápida, como muestra la Encuesta de Coyuntura Laboral (ECL). Esto puede verse en el gráfico.
Este aumento del empleo a tiempo parcial técnicamente se considera subempleo, ya que muchas son personas que desean trabajar la jornada completa y sólo encuentran trabajo a tiempo parcial. En el gráfico se puede ver cómo el empleo a tiempo completo ha seguido cayendo –de hecho se encuentra a niveles de 2001–, mientras que el empleo a tiempo parcial ha seguido aumentando. Desde el primer trimestre de 2007, según la Encuesta de Coyuntura Laboral, el empleo asalariado a tiempo parcial ha aumentado un 15,6%. Al ser la jornada a tiempo parcial promedio aproximadamente el 50% de la jornada normal y ser los asalariados a tiempo parcial alrededor del 15% del total de trabajadores, eso implica que por esta vía el paro obtenido en la EPA es unos dos puntos porcentuales menor que el real. Eso quiere decir que nuestra auténtica tasa de paro ya debe ser superior al 23%.
Los últimos datos económicos, como son los índices PMI de industria (que indica contracción) o los datos de comercio minorista, anticipan que, desgraciadamente, en los próximos meses seguirá la misma tónica en relación al empleo, sin que se vea la luz al final del túnel, y después de 4 largos años de crisis.