Leo en el suplemento “Mercados” del diario El Mundo que los problemas de los oligopolios españoles, que se traducen en obscenos beneficios para empresas que en su mayor parte fueron públicas, se soluciona con menos trabas burocráticas. Curioso cuando menos que ni mencionen que esas trabas se establecieron premeditadamente durante el proceso de privatizaciones precisamente para extorsionar a los consumidores e impedir la competencia.
También leo que las telecomunicaciones son un sector de competencia exitosa. Se olvidan que durante más de una década hemos pagado unas tarifas absolutamente abusivas y que aun hoy día pagamos las tarifas de ADSL más caras y con peores servicios de cualquier país desarrollado grande. Tampoco dicen nada del regalo que se le hizo al sector privado cobrando ridículamente poco por las concesiones de licencias a la telefonía móvil.
Toda esta forma torticera de interpretar la realidad tiene un objetivo claro, y es introducir en la mente la población la idea de que las cosas que funcionan mal lo hacen por un cierto descuido por parte de los gobernantes y que se solucionará de un momento a otro. Obviamente esto se hace para ocultar la sucia realidad de la connivencia de políticos corruptos con oligopolios igual de corruptos.