Siempre habrá algún loco por ahí que le pase, por ejemplo, factura a sus hijos por su crianza (como algún tertuliano de la tele), pero una persona normal excluye de su círculo más íntimo los intercambios cuantitativos. No se lleva ninguna contabilidad sobre lo que se da y se toma. En algunos casos las relaciones son más o menos simétricas (como suele pasar entre amigos) y en otros no lo son en absoluto (como suele pasar entre padres e hijos).
Sin embargo entre personas que no tienen un trato habitual las cosas cambian, y ese es a mi modo de ver el origen del mercado. Es decir, como una solución a un problema para el que no estábamos preparados, el de las sociedades complejas.
Si bien podemos pensar, y se ha hecho, en otro tipo de soluciones, como la fijación de precios de forma centralizada, estas han demostrado presentar también numerosos problemas en su aplicación.
Para mi la existencia de intercambios de mercado, es decir, intercambios en los que nadie externo a los implicados decide el precio, no es en sí misma un problema más allá del que ya supone la existencia de sociedades tan complejas. El problema real es que haya de personas excesivamente poderosas cuyos intereses influyen desmesuradamente en la toma de decisiones. Este es el argumento clave, para mi, para exigir el control en la acumulación de poder, incluyendo la acumulación de riquezas dentro de la definición de poder.
La concentración de poder es la garantía segura para obtener como civilización un billete directo hacia el desastre, ya que impide que surja la única cualidad que tenemos que nos puede librar de ese destino: la sabiduría de las multitudes.
Completamente de acuerdo con esta reflexión pero ¿cómo se limita esa acumulación de riqueza y poder? No creo que los que ahora los obstentan estén dispuestos a renunciar voluntariamente a ellos. Y el mayor problema es que mediante el desempeño de ese poder están desposeyendo al resto de la sociedad de los mecanismos para revertir el proceso de acumulación. Es más, el proceso se está acelerando y se agravará aún más en un futuro escenario de escasez y colapso.
Ese control del propio poder ha de surgir de uno mismo….
Honradez, me parece q es la palabra q lo define.