Después de la catástrofe del tsunami y posterior accidente nuclear, era obvio que la producción industrial japonesa se vería seriamente afectada, como así fue. También era de esperar una recuperación rápida y, sin embargo, ésta ha sido más lenta de lo esperado y, peor todavía, en agosto ha dado claros signos de agotamiento, con un discreto aumento del IPI de sólo 7 décimas. Al parecer no se va a recuperar la producción anterior, ya que la crisis mundial que ya tenemos encima parece haber llegado también a Japón.

Por su parte los EEUU también dan síntomas de estancamiento, después de que el IPI de agosto haya subido un insignificante 0.2%.
A la vista de la coyuntura mundial, es muy probable que durante el otoño la industria de ambos países se encuentre ya en recesión.