Los ecologistas muchas veces nos preguntamos por qué las élites mundiales hacen tan poco para prevenir un incipiente colapso civilizatorio al estilo del descrito en la publicación del Club de Roma de hace 44 años “Los límites del crecimiento” siendo como es el modelo esencialmente correcto. Se suele hacer referencia a que es una versión de la tragedia de los comunes (cada uno mira por su beneficio y eso lleva al desastre común) o a que los multimillonarios son sociópatas a los que les importa menos que nada lo que les pase a los mortales comunes y corrientes. Pero pienso que la respuesta es probablemente otra. En la composición que he hecho en esta imagen he tomado un gráfico del modelo World3 utilizado para modelizar el curso de nuestra civilización y debajo he colocado una diapositiva de una presentación “BAU” sobre recursos. En el modelo World3 el final siempre es el mismo, el colapso civilizatorio, pero se retrasa en función del volumen de los URR (Ultimate Recoverable Resources). Como vemos se plantean dos escenarios, uno con 60 ZJ (60.000 Exajulios) de URR y otro con 150 ZJ. En el primer caso nos encontraríamos en una fase relativamente avanzada del proceso que termina en el colapso, con un 30% de URR utilizadas. Al llegar más o menos al 60% se alcanza el pico de población y se comienza una enorme mortandad debido al mencionado colapso. Es decir, que nos quedarían unos 20 años para llegar a ese punto.
¿Pero qué pasaría si en lugar de 60 ZJ pudiéramos llegar a utilizar 150 ZJ? El final sería el mismo, más abrupto aún, pero se retrasaría unos 50 años, con lo cual estaríamos hablando de finales del siglo XXI.
Pero si miramos las URR que se manejan en escenarios BAU como el que aparece en la parte inferior de la imagen vemos 282 ZJ o 1.257 ZJ en el caso de explotarse el gas no convencional o hidratos de metano. Es decir, en el primer caso nos iríamos 25 años más allá y en el segundo 70 años más allá, es decir, segunda mitad del siglo XXII. Además, si pensamos en que se ve esta explotación de recursos como una oportunidad de negocio, las cosas empiezan a aparecer bastante más claras, sobre todo porque en muchos ámbitos BAU se da por hecho que los hidratos de metano será posible explotarlos, al menos en una buena parte. He calculado un 3% de incremento anual en el uso de energía primaria, pero si el incremento de la población cesa es posible que el sistema sea compatible con crecimientos del 2 o incluso el 1.5%. En ese último caso el horizonte del colapso se iría hasta mediados del siglo XXIII. Asuntos como el cambio climático se consideran en este ámbito también como oportunidades de negocio, ya que permitirán el desarrollo de una industria de captura de carbono o la renovación o construcción de infraestructuras y edificios para adaptarse a la subida del nivel del mar. ¿Vamos hacia el desastre? Claro que sí, pero en la mente de las élites falta tanto que no hay de qué preocuparse.