La situación de España a nivel económico es pésima, y ni el mejor economista del mundo ni el mejor gobierno podrían evitar que siguiera empeorando. Pero la gestión del Gobierno hace mucho por agravarla:
-Subidas de impuestos que restan eficiencia a la economía y desincentivan la inversión y la actividad empresarial.
-Ausencia de una estrategia clara, lo que provoca enorme desconfianza entre los consumidores, empresarios e inversores españoles y extranjeros en general.
-Ausencia de regulación del mercado crediticio. Aunque los niveles aparentes de nuevo crédito no son tan bajos, se trata de un espejismo. La gran mayoría de éste se dedica a autoprotección de la banca para evitar la subida de la mora, en forma de extensiones del crédito y refinanciaciones. Ello provoca la virtual paralización de los necesarios proyectos empresariales que deberían surgir.
-Falta absoluta de sensibilidad ante las demandas y problemas sociales, que desemboca en conflictos de todo tipo: intergeneracionales, interterritoriales e interclase. Ello genera un ambiente de todavía mayor desconfianza, fundamentalmente entre los posibles inversores.
-Ausencia de conciencia de la importancia de los retos que una globalización asimétrica y los problemas medioambientales y de recursos están generando y van a generar cada vez más. Ello hace que las instituciones y la sociedad en general no sean capaces de tomar las medidas imprescindibles para paliar los efectos de estos enormes problemas.
-Falta total de capacidad para emprender cualquier tipo de reforma institucional para mejorar aspectos tan clave como la justicia, la educación, la regulación absurda, el funcionamiento de los mercados o los privilegios de las élites empresariales.
Es sin duda el peor, o casi el peor, gobierno imaginable en la peor de las circunstancias imaginable, por lo que una situación pésima tiene todas las papeletas de desembocar en una trágica. Pobres ciudadanos españoles.
Ayer me quedé atónito con titulares como “El gobierno aprobará 43 leyes en seis meses para mejorar la competitividad y crear empleo”… Es decir, más burocracia para jod…. quiero decir, dificultar, a los que tenemos una PYME y no podemos permitirnos un equipo jurídico. A ver cuándo se enteran de que para generar empleo y animar a la gente a emprender lo único que tienen que hacer es quitar burocracia e intervenir lo menos posible… Cuanto menos hagan y más quietecitos estén, mejor.
En fin, deseando ya que volváis con un nuevo programa de Economía Directa, que casi una semana sin vosotros se os echa de menos 😉
Quizás se trata de eso. Los países más fuertes sobornan otros gobiernos para que hundan sus economías y que los menguantes recursos queden a disposición de los primeros.
sobornan y chantajean, estoy deacuerdo contigo alex.
En una situación de crisis sin posibilidad de crecimiento debido a la crisis energética el sistema financiero acaba fagocitando al sistema productivo. Y se están dando todas las facilidades para que eso nos lleve directos al colapso. Lo primero que deberían garantizarse son los servicios básicos para evitar la galopante exclusión social.
Pero ¿qué se puede esperar de un gobierno que recibe los recortes entre ovaciones y al grito de “!que se jodan!”
Nos gobierna el crimen económico organizado.