Los bancos españoles aligeran sus balances y se libran de créditos problemáticos a precios de derribo. Santander, BBVA, Popular, Bankia y Liberbank han anunciado varias operaciones de venta de carteras de préstamos en los últimos meses. Y se acelerarán en el futuro inmediato. “El año ha comenzado con mucha actividad y esperamos más en los próximos meses”, señala Rafael Gonzalo, director en España de Link Finanzas, firma especializada en la compra de carteras de deuda y en la gestión de activos impagados.
Los importes de las operaciones conocidas -se ejecutan transacciones de menor tamaño que no llegan a publicarse- superan los 5.000 millones de euros desde abril del año pasado, cuando Santander se desprendió de préstamos morosos por valor de 1.500 millones.
Los créditos morosos de la banca española a cierre de noviembre alcanzaban los 191.630 millones, cifra que no incluye las transferencias efectuadas al ‘banco malo’ (Sareb). Hoy el Banco de España publicará los datos de créditos dudosos a finales de diciembre. “Casi todas las entidades de crédito tienen a la venta carteras de este tipo; están dispuestas a aceptar precios más bajos, y contratos más atractivos para los compradores y más ajustados a estándares internacionales”, explica Álvaro Muñoz, socio de Mercados Financieros del despacho Simmons & Simmons, habituado a intervenir en este tipo de operaciones.
Si el mercado se ha reactivado es porque la banca se ha dado cuenta de que mantener en balance determinados créditos es un lastre. “En su mayoría son préstamos fallidos [las entidades los dan por perdidos], y por eso se establecen descuentos que pueden llegar hasta el 98% en los casos más extremos”, explican fuentes financieras. Ya han pasado por diversas fases en las que la entidad ha tratado de cobrar. Habitualmente, la sucursal es el primer eslabón; después, llegan el departamento de recobro de la entidad y las empresas especializadas.
Las rebajas dependen del tipo de activo, obviamente son más baratos los que solo cuentan con la garantía personal. “Para los préstamos hipotecarios, los descuentos oscilan entre el 60% y el 70%”, afirma Beltrán López de Zayas, director del departamento de Bancario y Financiero de CMS Albiñana y Suárez de Lezo. Las provisiones exigidas y la eventual reforma de la Ley Hipotecaria, que abre la puerta a que la dación en pago sea retroactiva, están presionando los precios.
La misión principal de un comprador de créditos morosos es tratar de recuperar una parte de esos préstamos. “Los fondos son mucho más flexibles que los bancos en relación a las estrategias de recobro”, asegura el experto de CMS Albiñana y Suárez de Lezo. Los mejores gestores de estos activos pueden obtener unas plusvalías muy jugosas en plazos cortos, de menos de dos años. “Si han comprado al 2% del nominal, conseguir recobrar el 4% implica unas plusvalías del 100%”, explican fuentes del sector.
En cualquier caso, no es un negocio exento de riesgos: “Los compradores anticipan cantidades importantes […] con el riesgo de que los niveles de recuperación sean luego inferiores a los previstos, que siempre son inciertos”, explican en Simmons & Simmons.