Las medidas son las siguientes:
- Limitación de mandatos y cargos de responsabilidad: Es evidente, incluso en la misma genealogía de la palabra “corrupción”, que esta está en un función del tiempo. Cargos más cortos evitarían en gran medida la corrupción, aunque no es la panacea, puesto que gente como Bárcenas, que no tenía ningún cargo de transcendencia fuera del Partido Popular ha montado el mayor escándalo que se recuerda en este país.
- Inhabilitación temporal de todos los imputados: El problema de esta medida es que debería ser un compromiso de los partidos políticos que debería ser refrendado por los votantes (no votando a quién lo incumpla, claro). Afortunadamente nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario y un imputado no deja de ser una persona a quién se le está investigando. Quizás el punto en el que debería retirar el partido la confianza al político es en la acusación formal de delitos de corrupción, más que en la imputación misma. Y por supuesto, deberían procurar los partidos un sistema para restituir a aquél que se demuestre que era inocente (que no es lo mismo que “no culpable”).
- Política del suelo de los ayuntamientos sometida a referéndum local: Gran parte de las pequeñas corruptelas se deben a los tratos de favor entre concejales de urbanismo y constructores. Para moderar esta relación nada mejor que dotar de verdadera democracia y transparencia a los procesos: que cualquier política de urbanismo se someta a referéndum.
- Prohibición de la condonación deudas y tipo fijo financiación a todos los partidos (basado en el Euribor): todos los partidos sin excepción piden créditos a la banca privada (que es la única que hay) y la gran mayoría de ellos han recibido tratos de favor (condonaciones, intereses muy bajos…) A nadie se le escapa que la banca espera algo a cambio de todo esto, y eso es una forma de corrupción que se debe atajar.
- Eliminación de subvenciones clientelares: Otra forma de corrupción es cuando cierto gobierno reparte dinero público entre los amiguetes. Es muy lícito subvencionar ciertos elementos del sistema que necesitan una ayuda para proporcionar un bien mayor a la sociedad, pero hay cierto tipo de subvenciones que solo responden a intereses clientelares y eso también es corrupción. Por ello y para eliminar las subvenciones clientelares, toda subvención debería ser sometida a refrendo popular y hablando de dinero nada mejor que incluir una casilla en la declaración de la renta igual que la que tiene la iglesia católica.
- Obligatoriedad de que todo representante políticos sea funcionario y regrese a su puesto de por vida: Esta será sin duda una de las medidas más polémicas y trata de atacar de raíz el problema que popularmente se conoce como “la puerta giratoria” y que consiste en que los políticos una vez dejan el cargo se van a asesorar a grandes empresas a las que durante su mandato beneficiaron. Corrupción de la más pura. Para evitarlo y siguiendo la máxima “estar en política debe ser un sacrificio” propongo que solo puedan ejercer puestos políticos aquellas personas que estando trabajando para la administración con un puesto vitalicio y un salario estipulado y público se comprometan a no trabajar nunca en un puesto fuera de la carrera profesional de al administración pública.
- Aumento de la prescripción de los delitos económicos y corrupción a los 20 años: Los políticos y los empresarios de “alto standing” tienen muchos amigos y muy buenos abogados que saben como dilatar un proceso. Si a eso le unimos el tiempo que tarda en detectarse un caso de corrupción, tenemos el cóctel perfecto para que la mayoría de los casos de corrupción prescriban antes incluso de ser investigados.
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Declaración pública renta: Esta parece ser la medida estrella entre la casta política últimamente. Bien, que se hagan públicas todas las declaraciones desde el mismo día en que alguien es elegido concejal y hasta que deja cualquier cargo político.
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Cuentas públicas abiertas: Este es un refinamiento del anterior y consiste en obligar a todos los cargos políticos a que “abran” sus cuentas, es decir, a que expliquen mensual o trimestralmente cada euro de dinero público que han recibido en qué lo han gastado. Esto sería bastante sencillo unido a la medida “dinero electrónico” expuesta más adelante.
- Eliminación de la ley de indultos: Es una aberración más de la separación de poderes. No es posible que un juez condene por corrupción a un político, a un banquero o a un empresario y al día siguiente un político empiece las gestiones para evitar que cumpla la pena.
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Elección democrática de los altos tribunales por todos los jueces: No existe separación de poderes si es un poder quién elige a otro. Todos los órganos de gobierno de los jueces, así como los altos tribunales deberían ser elegidos democráticamente por jueces (“un juez un voto”).
- Tribunal de cuentas independiente, con medios y dedicado en exclusiva a investigar a políticos y su entorno: la clave está en la palabra “independiente” y para ello no es posible que los cargos sean designados por políticos, sino que igual que en la anterior medida, deberían ser los jueces y los técnicos de Hacienda quienes designaran democráticamente a los miembros de este tribunal.
- Listas abiertas: No nos engañemos, mucha gente votó a Fabra porque consideran que son de derechas y no tienen ninguna alternativa viable (quizás con la irrupción de UPyD eso cambie). Con listas abiertas se podría penalizar a los corruptos.
- Posibilidad de forzar convocatoria de elecciones: En Venezuela el pueblo mediante la recogida de cierto número de firmas puede forzar una moción de confianza que en caso de perderla el actual mandatario le obliga por ley a convocar elecciones. Conozco a mucha gente del PP que hoy firmaría esa moción para regenerar la vida pública.
- Dinero electrónico: Otra de las medidas polémicas, pero muy potentes es la sustición del dinero en papel por el dinero electrónico. Los actuales sistemas en la nube, los smartphones, la criptografía, etc hacen que esta posibilidad no sea ninguna utopía sino algo real que ya mucha gente practica (personalmente apenas uso el dinero en metálico). La idea es facilitar la trazabilidad de las operaciones en caso de investigación judicial. Podría implantarse inicialmente solo para grandes empresas, ampliarlo luego para PYMES y autónomos y en una fase final a toda persona física. Como nota curiosa añadiré que siempre que he sacado este tema en un foro de empresarios o autónomos, se echan las manos a la cabeza… por algo será. Otro día escribiré un artículo exclusivamente acerca de este tema.
- Restructuración de la financiación pública a los partidos: Esto sí que va a ser polémico, pero la realidad es que los partidos políticos tienen un grave problema de financiación que les tienta a meter la mano en la caja. Así que o bien gastan menos o bien ingresan más. Considero que debería aumentarse dicha financiación, a la vez que se deberían proveer medios alternativos para evitar el gasto, como por ejemplo obligar a todas las televisiones, periódicos y radios privadas a emitir durante su programación cierto número de spots electorales igual que se hace ahora con las emisoras públicas y prohibir el tradicional “pegado de carteles”. Es solo un ejemplo, pero la idea es que se reestructuren por ley los gastos destinados a la propaganda de los partidos.
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Prohibición de las donaciones a partidos políticos: Las únicas fuentes de financiación realmente lícitas son las que por ley le corresponden al estado (según diversos baremos) y las cuotas de los particulares (“una persona una cuota”). El resto son susceptibles de ser vehículos de la corrupción como demostraron los papeles de Bárcenas.
- Sustitución de puestos de libre designación por funcionarios: Otra de las formas de pequeña corrupción sistémica son los puestos de libre designación, los asesores y demás formas de colocación de amiguitos y miembros del partido. Existiendo un cuerpo de alto funcionariado, todos estos puestos sobran.
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Asesores a sueldo de los partidos: Pero si un partido, como muchos políticos alegan, necesita una persona de alta confianza y fidelidad incuestionable, deberían poder contratarle pero a sueldo del dinero del propio partido.
- Prohibición de contratación de familiares de hasta 2º grado: Esta medida complementa a la de los asesores. Muchas veces en vez de nombrar a un asesor, lo que se hace es contratar la empresa o los servicios de un hermano o un primo manipulando el concurso público para que sea la única opción viable. Es un tipo de corrupción de bajo nivel muy extendido.
- Sueldos dependientes del partido: El sueldo que se le paga a los políticos por ejercer un puesto debería ingresarse al partido y no al sujeto, de manera que sea el partido quien designe qué parte de sus ingresos van al pago de salarios y que parte se destina a otros fines.
- Sanciones económicas a cargo de los partidos con políticos con condenados por corrupción: Se debe forzar a los partidos a que vigilen a sus cargos y la mejor manera de hacerlo no es con un auditor como sugiere Esperanza Aguirre, sino haciendo partícipe al partido de los desmanes que pueda hacer un corrupto. Una propuesta en esta línea fue lanzada hace pocos días por las CUP.
- Incompatibilidad total de ejercer funciones de gobierno y a la vez en empresas, ONGs, equipos deportivos, fundaciones, etc: Es más, igual que debería ser cierta la cita “una persona un voto”, se debería dar la de “una persona un cargo”. El juego que presuntamente se llevaban Crespo y Valls con la mafia rusa es un claro ejemplo de porque no se debería permitir esta duplicidad de cargos.
- Extinción de la monarquía: Son tantos los puntos que incumple la monarquía que solo es posible solicitar su extinción (el rey goza de inmunidad, no es posible limitar su mandato, tiene negocios además de su cargo público, designa a dedo a sus asesores….)
Por supuesto, estas medidas están abiertas a la discusión y de hecho hay algunas que me provocan ciertas dudas y objeciones a mi mismo, pero he considerado que era interesante ponerlas encima de la mesa y que cada uno opine y defienda aquellas con las que comulgue. Y, por otra parte, seguro que hay muchas más medidas alternativas que se podrían tomar y no han sido planteadas.
Aunque este artículo estaba pensado hace unas semanas (cuando estalló lo de Bárcenas), he esperado al debate sobre el estado de la nación para ver si ocurría el milagro y algún partido era capaz de articular alguna medida concreta y eficaz contra la corrupción. Sin embargo y, aunque Rajoy hizo bandera en su discurso de la lucha contra la corrupción, sus propuestas son insuficientes y poco concretas. Rajoy habló de:
- Endurecimiento de las penas: medida poco concreta e ineficaz dado que la mayor parte de los corruptos se libran de la cárcel gracias a la prescripción de los delitos.
- Agilización de los procesos: sí, bien, pero ¿cómo? El problema no es la agilidad, el problema es que los encausados suelen utilizar todas las triquiñuelas legales a su disposición para prolongar los procesos.
- Aumentar el plazo de prescripción: esta sí que es buena, pero concreción, por favor: ¿de qué plazo hablamos?
- Ley de transparencia para partidos, sindicatos y empresas que reciben dinero público: el día que expliquen la citada ley de transparencia podremos saber si esta medida es o no eficaz… y en cualquier caso, faltan ahí muchos que reciben dinero público (casa real, iglesia católica, CEOE…) y muchos corruptos (casa real, empresas, etc).
- Auditar las fundaciones de los partidos: bien, vale, pero ¿los auditará mejor que está auditando ya a los partidos políticos o igual? En fin…
- Comparecencia de los tesoreros anualmente: “Sí, las cuentas del partido son estas, están correctas” ¿Qué esperan que diga un tesorero de un partido? Esto no sirve de nada.
- Transparencia en la renta y auditoria de altos cargos: esta medida también está bien, pero es claramente insuficiente: ¿cuantos políticos saltan de su asiento en la alcaldía o el congreso directamente a un puesto de asesor en una gran empresa?
Otros partidos también han presentado sus propuestas (PSOE, IU, UPyD…) pero son siempre medidas que saben a poco por su falta de concreción y su asimilación de la inevitabilidad de la corrupción en sí misma.
Por eso y quizás por una deformación profesional que me hace ver las cosas como sistemas que tienen errores y hay que solucionar, he tratado de buscar aquellas medidas que aplicándolas todas o una gran parte evitarían prácticamente todos los casos de corrupción. He de decir en todo caso, que mi opinión como analista de sistema es que el problema está en el propio sistema y que lo que habría que hacer es una refactorización completa echándolo abajo y construyendo otro. La corrupción está en la esencia misma de la democracia liberal y es indisoluble de esta. Por lo tanto, estas medidas que a continuación enumero y que servirían para parchear este sistema, socavarían el mismo de tal manera que es altamente probable que hubiera una ruptura hacía otro modelo y es por ello por lo que ningún partido (mayoritario) se atreverá nunca a proponerlas (salvo alguna medida puntual y al verse muy apretados). Es el pueblo quién ha de forzar estos cambios.
Para la elaboración de este listado de medidas me he basado en los principales casos de corrupción que existen en la actualidad (caso Bárcenas, Urdangarín, los EREs, Fabra, Gürtel, Pokémon, Pallerols, Palau de la Música, ITV, Campeón, Matas…) tratando de cubrir con cada propuesta o con una combinación de las mismas el mayor espectro posible sin forzar ninguno de los marcos del actual sistema (constitución y estado de derecho, básicamente). Todas las medidas están basadas en algo que siempre dicen los políticos, aunque luego no prediquen con el ejemplo: “estar en política debe ser un sacrificio y un privilegio en sí mismo”. Pero las medidas trascienden a los políticos y quieren ser universales, dado que no solo los políticos son corruptos, también lo es y mucho más los banqueros y empresarios que los corrompen.
Ninguno??? CUP-AE ha exigido prácticamente todas esas medidas y algunas más, además de practicarlas desde hace tiempo dentro del propio partido.