Llegados a este punto de la historia se ha consolidado en nuestro país un modelo autonómico a raíz del desarrollo del título VIII de la Carta Magna del 78. Sin embargo hemos podido observar como este modelo hace aguas por todas partes y no sólo económicamente. El problema surge en origen: ¿era imprescindible cambiar el modelo centralista por un modelo descentralizado?. La respuesta es obvia: si, era necesario, porque no funcionaba bien y porque era mejor acercar la administración a los ciudadanos. ¿eran necesarias tantas atonomías?. Ese es el qüid de la cuestíon a mi modo de ver y mi respuesta es claramente negativa.
No eran necesarias. Se podía haber optado por un modelo descentralizado de regiones sin autonomía admitiendo la autonomía plena para aquellas regiones con una personalidad histórica y cultural muy acentuadas, es decir, País Vasco-Navarra, Galicia y Cataluña, tal y como correspondería al proceso histórico iniciado con la Mancomunidad de Cataluña, en tiempos de la monarquía alfonsina y después, con la consolidación de las autonomías de Cataluña y País Vasco en la II República. En todo caso, el proceso de creación de autonomías no tuvo un patrón claro por el que guiarse, ni siquiera se dejaba claro cuáles eran las autonomías que se deberían crear y, por supuesto, no se exigía referéndum aprobatorio para la creación de múltiples organismos autónomos, creación de una casta política que ya intuía que podía colocar a gran parte de su numerario en los diversos cargos que habría a su disposición.
No eran por tanto una necesidad imperiosa para la sociedad española al menos fuera de las comunidades históricas donde sí había movimientos sociales de importancia. Fueron los partidos mayoritarios, con apoyo del Partido Comunista y los grandes partidos en Cataluña y País Vasco, los que generalizaron un modelo que era económicamente insostenible a largo plazo y un disparate histórico de enormes proporciones. Porque si razonable era la concesión de autonomías, por razones de identidad cultural e histórica, incluída ( cosa que no es baladí) una lengua propia que cabía proteger, a Cataluña y País Vasco, icluso, como decíamos a Galicia, no tenía ningún sentido ni cabía en cabeza razonable, solo en las cabezas pensantes de la oligarquía de partidos, conceder autonomías a regiones sin personalidad histórica ni demanda social para la autonomía. Se podía haber hecho una descentralización administrativa, acercando la administración, por ejemplo, a las capitales provinciales, sin necesidad de multiplicar por 17 las administraciones, con el agravante de haber reproducido organismos que conducen a las famosas duplicidades organizativas. ¿ Había clamor popular en Castilla La-Mancha por la autonomía?. No, de ninguna manera. Ni en La Rioja, ni en Castilla-León, ni en Santander, ni en Extremadura, ni… así podríamos seguir. Es razonable pensar un modelo más lógico: si. ¿Es posible llevarlo a cabo en la actualidad?. Casi sería un milagro, es decir, es prácticamente imposible rehacer el mapa autonómico porque, en primer lugar, ante unos hechos consumados, ¿quién le pondría el cascabel al gato?. ¿Es qué algún partido se atrevería a proponer la desaparición de una autonomía?. Me atrevo a adivinar que habrían grandes manifestaciones denunciando la vuelta a un centralismo “franquista”. Y no yerro demasiado si digo que al frente de ellas estarían los grandes beneficiados de la multiplicación absurda de administraciones: patronales, sindicatos y partidos políticos. Es por tanto este un asunto de difícil resolución y gran complejidad.
Ding Dong… holaaaa, he oído que Andalucía no tiene personalidad histórica???, ejem… un territorio bien definido a lo laaaaargo de los últimos 5000 años. Desde la Cultura de Millares y Algar y sus relaciones comerciales y culturales hasta con el Egipto de los faraones, pasando por Fenicio, Griegos, Cartagineses que entraron en contacto con la más que civilizada cultura Tartésica y sus herederas Turdetanas, Oretanas y Bastetanas… practicantes de literatura escrita antes… mi, años antes de que Vascos y Galaicos supieran lo que eso pudiera ser. Provincia Senatorial, por su carácter diferencial, la posterior Bética, la única en la península con ese privilegio. La porción más civilizada de la atrasada Europa en tiempos Califales… y en realidad, la gran pagana de la guerra civil que truncó su Estatuto de Autonomía gracias al Golpe de Estado Fascista. Me parece increíble
No se confundan, yo soy republicano centralista… al estilo francés. No creo en soberanías territoriales sino personales. No consiento privilegios por razón de lugar de nacimiento. Aquellos territorios que desligarse que lo hagan con un Referéndum vinculante. Privilegios para nadie. El Sr. Pueyo ha usado un lenguaje francamente deplorable para describir su idea.
Nadie duda de la historia milenaria de Andalucía, ni de Extremadura, ni de Castilla, ni de Asturias faltaría más. Todo lo contrario pero debemos extrapolar al siglo XXI. Cierto que Andalucía tenía un proyecto de estatuto en la II República. Personalmente creo que Andalucía debería tener su autonomía, quizás no me expresé con total claridad. Pero creo que deberían ser los Andaluces los que así lo decidieran. Almería votó no a la autonomía andaluza. ¿Por qué entró entonces?. No se debe hacer nada en contra del pueblo soberano porque entonces los soberanos son unos políticos ávidos de tener múltiples poltronas en donde colocar a sus numerarios partidarios. Esto ha sido hasta ahora el estado autonómico. Supongo que habrá que hacer algo aunque ya digo que es harto difícil de hacer a estas alturas.
Sr. Pueyo, como le digo, yo no estoy a favor de identidades históricas. Eso ha devenido en una de las más grandes estafas del Régimen que diseñó el Movimiento para tenernos entretenidos mientras nos hurtaban una democracia. Recuerde que Clistenes, el inventor de la Democracia, lo primero que hizo fue abolir el tribalismo Ático… extrapolando al S XXI… abolió el sistema autonómico!!. Los intereses de los Eupátridas… extrapolando… las oligarquías económicas, interferían en la idea democrática y acabarían con ella; empeño en el que no cejaron durante todo el periodo democrático ateniense. La soberanía es personal no territorial. Ciertamente, esos territorios en los que triunfó el nacionalismo burgués decimonónico y que tanto ha calado durante el S XX en las mentes de las gentes de todo el espectro ideológico de los mismos (especial asco me da en la “izquierda”), necesitan tomar una decisión; autodeterminación y formación de sus propios Estados… o integración en la ciudadanía común que debe surgir en el Nuevo Estado que vamos a construir cuando pongamos punto final a este desmadre. Lo que le he criticado es el uso de los términos “personalidad histórica”, emulando el discurso nacionalista que nos colaron en el articulado en la última ley del Movimiento -la constitución de mi abuela-. Es un agravio contra, repito, contra la Historia del resto de las gentes del pellejo de toro y no tiene ninguna justificación su uso. El hecho de que esos territorios tuvieran a tiempo un estatuto de autonomía no los convierte en algo especial, sólo tuvieron suerte. Desde mi punto de vista la auténtica descentralización habría sido la potenciación de los municipios, como administración más cercana. No sea pesimista, por lo que oigo, la gente está más que resabiada con la estafa autonómica. Puede que una consulta popular nos diera muchas sorpresas.
Saludos!!
Totalmente de acuerdo con usted, Atila, en la necesidad de una descentralización municipal auténtica y menos derechos históricos para los territorios: yo me refería a lo que ya en la República Azaña acabó definiendo como el problema catalán, porque no podemos negar su profunda identidad cultural. Pero eso no quiere decir que Gijón, por ejemplo, no la tenga. Ellos cuentan con una lengua propia, eso si, que los diferencia de otros territorios ( el bable de momento no está reconocida oficialmente). En definitiva lo que quería decir es que antes de hacer esta mamandurria ( concepto que no me agrada mucho por oírlo en voces poco honestas de la derecha cavernícola abecedaria) se debía haber consultado al pueblo y hubiésemos visto una España diferente, estoy seguro. Quizás algo más parecido a Francia o Italia en cuestión de descentralización administrativa ( Italia solo tien 5 autonomías, Francia descentralización regional sin capacidad normativa de ningún territorio).