Para un abstencionista activo votar no es una opción. Para alguien que comprende que la situación es excepcional, incluso para alguien abstencionista por convicción, el voto puede ser el medio de mover el tablero, generar más caos (objetivo de los ácratas y otros grupos abstencionistas activos) para que todo pueda cambiar. Es cierto que el gatopardo siempre asoma su patita, mucho más cuando las fuerzas emergentes parecen extraídas de un concurso de misses bien precocinadas en la olla de la caja tonta desde hace dos años aproximadamente. Bien, es posible, por tanto, que todo esté “atado y bien atado” como dijo aquel dictador que en parte nos ha seguido gobernando desde cuelgamuros.
Sin embargo ahora parece, por primera vez desde hace 35 años, que algo puede cambiar. Quizás en un escenario de máxima inestabilidad es más probable que los que creen que todo lo tienen bien controlado puedan, en un momento dado, perder ese dominio y quedar desbordados. O quizás no. Es algo que no vamos a saber el lunes próximo ni probablemente hasta semana santa. Lo que parece seguro es un escenario inestable en el que todos se tendrán que retratar y proponer escenarios nuevos. Y es por ello por lo que tiene sentido ir a votar en esta ocasión: la oportunidad de que “algo” improbable desconcierte a las “fuerzas vivas” del régimen, las deje en estado de semi-K.O. (es imposible el K.O. absoluto) y alguna cosa cambie, propiciando así posibles modificaciones de más calado en año y medio o dos años.
Ese miedo a que se “abra el melón constitucional” ejemplifica muy bien el porqué votar en estas elecciones. Una vez abierta, la caja de Pandora puede traer todo tipo de inconvenientes o de ventajas y la caja solo se abrirá si votan también los abstencionistas de antaño. Por último hay que comprender dos cosas: no siempre tenemos a nuestro alcance votar opciones que en mayor o menor medida puedieran sean rupturistas y por otro lado somos conscientes de que la movilización va a ser extrema con lo que, quedándonos en casa solo favoreceríamos un afianzamiento de las fuerzas conservadoras del régimen que, aunque suene a tópico, siempre votan, más si tenemos en cuenta que en su gran mayoría son votantes de la franja de edad más mayor y que muchos creen un deber el votar y, por tanto, son votos garantizados para los de siempre. El abstencionismo nace ya derrotado para estas elecciones, esto es algo meridianamente claro.
Por todas estas razones y algunas otras creo que lo mejor es votar, cada uno a su opción, sin cortapisas de “voto útil” porque es la mejor manera de que algo cambie (o no).
En serio crees que así vas a convencer a un ácrata?
Hablando de deberes, diciéndole cuales son sus objetivos y como debe llevarlos a cabo?
Crees que un ácrata quiere desestabilizar y generar el caos? Un ácrata quiere que le diesen vivir su vida en paz! Si, ya, parece que eso desestabiliza…
Crees que un ácrata se va a creer que todo va a ser diferente?
Hablas de la caja de Pandora. Hubiera estado genial que hubieras empezado a defender y denunciar Que se han llevado a cabo dos operaciones policiales contra los anarquistas con ese nombre, acusados de terrorismo -donde un libro o una pegatina de fai son considerados prueba de delito-
Si quieres que un ácrata te ayude pídele ayuda, y ayúdalo cuando él te necesita!f
Luis este régimen que padecemos, amén de ser una ruina, es radicalmente antifranquista ¿Por qué os empeñáis en decir la misma estupidez? A no ser, claro está, que la izquierda sea parte sustancial de este régimen y claro, como es evidente su fracaso, trate desligarse de esta ruina de democracia para evitar responsabilidades y tener un papel preponderante en lo que pueda venir. Pero no cuela. No hace falta mentir.
No es franquista, es la consecuencia del franquismo, si te parece mejor, Luis. No obstante las posibilidades de cambio son escasas por la cerrazón con la dichosa constitución del 78.