Se nos va de las manos

La llegada al gobierno de la izquierda tras la primera moción de censura que trinfaba en la historia de España ha provocado movimientos de todo tipo para posicionarse en este nuevo marco histórico que pocos parecen haber asumido. A todos ha cogido por sorpresa: los que pensaban estar en la poltrona dos años más con el apoyo de Ciudadanos y los nacionalistas vascos y los que pensaban asaltar los cielos hace tres. El sistema de partidos ya estaba roto pero en esta nueva realidad casi distópica está hecho añicos. Era de esperar que VOX irrumpiese de alguna manera pues, siendo como es una escisión del partido popular llevaba años denunciando la falta de dureza de Mariano. Bastaba con que el PP perdiese el poder para que, a poco que hubiese una oportunidad, apareciese con el discurso que de verdad gusta a esta buena gente.

Lo que parecía poco probable era que el PP lograse hundir su suelo hasta niveles inimaginables en el partido bandera de la derecha española. Ha sido obra de VOX pero también de un Ciudadanos que tras abandonar el espectro socialdemócrata se había lanzado sin ambajes a por el voto de derechas de toda la vida. No olvidemos la corrupción, claro está. Sin embargo, lo novedoso ha sido comprobar cómo la división en un tripartito les ha permitido sumar para lograr el gobierno de la comunidad más poblada de España.

La izquierda se lamenta, ahora subdividida en tres facciones, aunque está por ver si la marca Errejón es capaz de ser algo más que una corriente que acabe integrada en la casa madre socialista, como ya pasó con Cristina Almeida o López Garrido ( o el propio Carrillo, que militó al final de su vida en el PSOE). Errejón busca su lugar, es un político con mucho fondo y nadie sabe hasta dónde podrá llegar. Su jugada ( o jugarreta) va a facilitar con toda probabilidad un nuevo “trifachito” en Madrid.

Las gentes de izquierda andan (andamos) desnortadas. Falta claridad en las ideas y unos objetivos mínimos que sean beneficiosos para las mayorías, respetando y apoyando a las minorías. Asuntos como la necesidad de regulación de la banca, el salario básico o renta mínima o, por qué no, la nacionalización de algún sector estratégico de la economía ( el eléctrico, que impone abusivos precios a las depauperadas clases medias y bajas, por ejemplo) son asuntos que salieron de la agenda cuando algún visionario creyó que estaba muy cerca de ascender a los cielos ( Errejón, por cierto, pudo influir en ese cambio). Pero es que al no hablar claro, la extrema derecha consigue imponer su relato. Claro que hay hombres perjudicados por la ley de violencia de género ( hay denuncias falsas, etc.). Y claro, también que la entrada masiva de inmigrantes al final solo beneficia al empresario que ofrece salarios cada vez más bajos a todos. Son debates que la izquierda erróneamente ha cerrado en falso con un erróneo buenismo sin entrar al fondo del debate dejándole a VOX todo el terreno para que su demagogia triunfe.

Ante la falta de respuestas a estos dilemas por parte de las fuerzas digamos “progresistas”, no es de extrañar la apatía y la abstención que ya se ha visto en Andalucía. Pero es verdad que el partido que representaba la esperanza y la ilusión hace cuatro años, al renunciar a sus propuestas más rompedoras, y perderse en cuestiones importantes, que duda cabe, pero que afectan a minorías, se ve como una fuerza que no puede liderar a la izquierda, mucho más con el PSOE marcando la agenda desde el poder.

Eso sin contar con la dirección errónea de Iglesias que ha ido centralizando demasiado el partido en lo orgánico ( ¿queda algún círculo todavía?) a la vez que, por el contrario, despersonalizaba la organización buscando pactos con unos y otros sin precisar con claridad las ideas fundamentales que la gente buscaba cuando les votó. Y luego está lo del chalet. ¿Tan mal asesorado está este hombre?.¿Qué necesidad tenía de vivir en una casa así?. Someterlo a votación era la constatación de su “cagada”. Ha dado una munición sin límite para sus rivales, presentes y futuros. Y que no salgan con la manida excusa de que no por ser de izquierdas hay que vivir debajo de un puente. Eso ya lo sabemos. Pero parece que referentes como Pepe Mujica o Anguita no eran ya los adecuados para Pablo Iglesias y su familia.

Errejón ha actuado como un traidor, está claro. Busca su poltrona junto a una Carmena que hasta hace poco era el referente “irradiador” cuando en realidad había apartado a los concejales más netamente rompedores y de izquierdas, como Sánchez Mato. Es posible que consiga un cargo a cambio de hundir un poco más a Podemos que ha entrado ya en barrena. La izquierda se nos va de las manos mientras parece atisbarse la reconquista del poder por unos reaccionarios que aprovechan el carajal tremendo en el otro bando, no sin agradecer eternamente las andanzas de los Puigdemont’s Boys.

P.D.: ¿Se movilizará el voto de izquierda a pesar de todo ante la grave amenaza para la convivencia que puede representar un gobierno con el ministerio de interior en manos de Santiago Abascal?. Lo veremos.


7 comentarios sobre “Se nos va de las manos

  1. “La llegada al gobierno de la izquierda…”, osea usted entiende que el PSOE ¿es izquierda? Nunca un articulo fue escrito con una metedura de pata tan al principio. Ya si eso otro día lo leo.

  2. Buen artículo, como siempre queda el ejercicio penoso y triste de pensar que así por lo menos habrá que construir una izquierda desde cero.

    Una izquierda que hable de decrecimiento sin complejos.

  3. ¿A qué le llamamos izquierda? A cualquier zurullo pinchado en un palo que parlotea sobre las bondades de la inmigración masiva sin más, de la maldad en el ADN de los hombres (Carmena dixit) y al asistencialismo social “con lo que sobre” del festín capitalista…

  4. La inmigración, hace que toda mi familía, siempre de izquierdas. Termine Votando a Vox.

    Porque nos han robado en el metro. Nos han atacado como vecinos haciendonos la vida imposible. Nos han escupido en las Ramblas, cuando paseábamos. Y los médicos, han fallado, en nuestros tratamientos. Todo eso nos lo han hecho inmigrantes.

    Vox es la solución. Inmigrante que no sé comporte, para su fruto País. No hay más. Que conste, que nunca hemos sido racistas. Pero es lo que hay…

  5. Por que no baneais al retrasado mental del Toño (truño). Este tipo de trolls lo único que hacen es romper la dinamica de los comentarios que pueden ser tan interesantes como el propio articulo en si.
    Nunca entenderé este tipo de permisibidad con esta gentuza.

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