Crónica de un 10 de julio antifascista y antiimperialista.
Red Roja
En domingo de julio, con un calor sofocante y en el escenario de una ciudad tomada por la policía, el pueblo de Madrid ha escrito una importante jornada de dignidad.
La visita de Obama, apenas concluidas unas elecciones generales en las que la guerra imperialista y la OTAN parecían de otro planeta – porque ni los de la casta, ni los anti-casta lo nombraban – parecía ir a ser escrita exclusivamente por las clases dominantes y sus acólitos.
No era fácil arriesgarse a convocar sin terreno propicio y dando por descontado el silencio mediático y el vacío de la izquierda institucional.
Las Marchas de la Dignidad se atrevieron y lo hicieron invitando a otras plataformas y organizaciones a convocar conjuntamente. Se les ofreció a quienes no forman parte de las Marchas la posibilidad – además de repartir su propio comunicado, obviamente – de realizar una pequeña intervención desde el escenario.
Se trabajó mucho y bien la propaganda, sin contar con la ayuda de nada que no fuera la militancia de compañerxs en redes sociales, radios, webs alternativas. Se repartieron miles de octavillas, carteles y pegatinas y se realizaron pintadas en paredes y suelos. Se hicieron con el convencimiento de que la sola presencia en la calle del “Obama Go Home”, el OTAN NO, Bases Fuera, y el resto de las consignas, constituía un objetivo político en sí mismo.
Y llegó el domingo 10 de julio. Un millar de personas, registradas una a una, entrando en un espacio vallado, rodeado de furgonetas y tanquetas de la policía y de tiradores de élite de la guardia civil en todas las terrazas, ha demostrado que el miedo no es un obstáculo cuando – con todo en contra – se tiene la conciencia de lo que representa el imperialismo y la voluntad de enfrentarlo.
Había mucha gente joven, también veterana, y, sobre todo, una nutrida representación de los pueblos agredidos y que resisten, representados por la clase obrera inmigrante, americana, africana, asiática, árabe, o de Europa del este. Se vivía el internacionalismo en su máxima expresión: como clase obrera única y con toda la carga de dignidad de representar la lucha heroica de sus pueblos.
En el acto, intervinieron representantes de la organización republicana de ARCO-Coslada, de la Plataforma contra el TTIP, del PCE-ml, del PCPE, de la Coordinadora de Cuba, de la Plataforma Bolivariana y de la Plataforma 26 de julio, de Clase contra Clase y No hay tiempo que Perder.
En nombre de las Marchas de la Dignidad, presento el acto Victor Jimenez y leyeron el Manifiesto, Viki Taibo y Nines Maestro. Resaltaron cómo la soberanía avasallada y pisoteada por los cuatro líderes políticos que pocas horas más tarde rendían pleitesía al emperador, asegurándole que – gobernara quien gobernara – los intereses de EE.UU. y del capital estarían a salvo, estaba representada por quiénes hoy estábamos frente a la Embajada de EE.UU y quienes se manifestaban en Sevilla y en Rota.
Se gritaron con fuerza, viejas y nuevas consignas. La mejor creación fue sin ninguna duda: OBAMA GO HOME, Y LLÉVATE AL BORBÓN.
Las canciones de “La Solfónica” y de Juanjo Anaya, hicieron que el sol de justicia pareciera más leve porque contrastaba con el calor de nuestras propias voces. Especialmente recordado fue Quintín Cabrera, querido camarada fallecido, y que compuso y cantó tantas veces con nosotrx “Lo que el yanki necesita, es una aumentada dosis de jarabe vietnamita”. El “aprendimos a quererte”, en homenaje al Che Guevara, resonó con fuerza renovada en un escenario que parecía de guerra, pero que recordaba con la vigencia – hoy más que nunca – de la resistencia antiimperialista.
Esa dignidad insobornable de los pueblos, que hace 80 años aprendían en Madrid a coger las armas para levantar las primeras barricadas de resistencia al fascismo y que tuvo su eco grandioso en las Brigadas Internacionales, no está muerta. Revive en cada unx de nosotrxs, cuando nos atrevemos a salir de la impotencia y de los espejismos institucionales, para avanzar en la organización y prepararnos, no sólo para gritar, sino para llevar a cabo el “NO PASARÁN”.
Qué lección popular brindaron los manifestantes a estos dirigentes de Unidos Podemos! Ellos saben quién es el monstruo de múltiples cabezas y despliegan su rebelde creatividad en las calles, enfrentando al enemigo y sus gendarmes. sin miedo ni tacticismos fatuos, del tenor que los otros gastan hasta el aburrimiento, mechándolos con admisiones de acojonamiento e insensateces por el estilo…
Os agradezco el grito de mi protesta con vuestras gargantas… estoy lejos aunque, aquí dentro, cerca.
Un abrazo desde la esquina.