He visto estos días una enorme cantidad de especulaciones y bromas sobre el fin del mundo que se decía anunciado por los mayas. La tontería de la profecía maya ha servido, sobre todo, a los inveterados optimistas y desarrollistas (los del crecimiento infinito en un mundo finito, con la estúpida excusa de la necesidad de “crear empleo”, entre los que se cuenta TODO el espectro político nacional e internacional del mundo capitalista), para mofarse de las catastróficas consecuencias a las que nos empuja este modo de vida y seguir en el Business as Usual (BaU) hasta que la cosa reviente de verdad.
Sin embargo, veo pocas reflexiones y análisis sobre las verdaderas catástrofes que ya han sucedido de forma incontestable o que siguen sucediendo ante nuestros ojos
Los que analizamos la Crisis Energética vemos que el ser humano parece actuar como la rana en la cacerola: si se la intenta echar en agua hirviendo, salta o rebota automáticamente; pero si se la mete en el agua de la cacerola a temperatura normal y luego si se aumenta la temperatura muy gradualmente se termina cociendo sin darse cuenta de ello.
En nuestro caso de humanos occidentales y capitalistas, terminamos por aceptar como un mal menor desequilibrios planetarios climáticos o de temperatura o destrozos de la Naturaleza, si se hacen para preservar nuestro modo de vida y de forma gradual, aunque sea acelerada. Ni nos damos cuenta, ni queremos dárnosla.
Cuando se hablan de profecías, suelo referirme, por nuestra tradición a la más clásica de todas: el Apocalipsis de San Juan. Y suelo pedir a la gente que observe su entorno, mientras lee los pasajes de Apocalipsis, 8.1 a 9.21. Adelanto aquí algunos pasajes y las observaciones que hice ya en 1998 sobre estos pasajes, pensando en nuestro entorno.
Lo que describo son hecho pasados y vencidos, no especulaciones. Dejo algunas de las últimas trompetas a la reflexión de los lectores, porque tienen algo más de poético y de interpretativo, que las que son hechos incontrovertibles.
Con todo, el pasaje que me parece más interesante, es Apocalipsis, 9.20 y 9.21, porque refleja perfectamente toda una forma de ser en nuestro mundo moderno. toda una decidida voluntad común de tropezar en la misma piedra tantas veces como sea necesario.
Las siete trompetas apenas destruyen un tercio de las cosas de la Naturaleza. Después vienen los cálices que vierten también los siete ángeles; estos terminan de destruir el total de lo existente. Y parece que seguimos en el botellón, en los falsos debates y que nos importa un carajo que ya hayan tocado las trompetas y que esperaremos a que nos viertan los cálices sobre las cabezas.
Voy para viejo y apenas ahora empiezo a entender que los únicos que parecen capaces de reaccionar a esta locura son los eremitas, los ascetas o los santos; los capaces de renunciar a algo, a una buena parte del bienestar material, antes de que la naturaleza nos obligue a ello. Los únicos capaces de reflexionar sobre nuestra actitud ante el mundo y de diferenciarse de la rana en la cacerola o de la bacteria del mosto, que se reproduce exponencialmente y sin tino hasta que agota completamente el nutriente y muere en un baño de alcohol. ¿Seremos capaces de diferenciarnos de las bacterias, de los genes del comportamiento puramente animal y actuar con algo de racionalidad?
Les dejo con estas invitaciones a la reflexión mías, intercaladas en cursiva, sobre algunos de los pasajes del Apocalipsis
Apocalipsis 8, 1 Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.
LAS SIETE TROMPETAS (8.2–11.19)
2 Luego vi los siete ángeles que estaban de pie ante Dios, y se les dieron siete trompetas.
3 Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que estaba delante del trono.
4 El humo del incienso con las oraciones de los santos subió de la mano del ángel a la presencia de Dios.
5 Y el ángel tomó el incensario, lo llenó del fuego del altar y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, voces, relámpagos y un terremoto.
Las seis primeras trompetas
6 Los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.
7 El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre que fueron lanzados sobre la tierra. Y se quemó la tercera parte de los árboles, y toda la hierba verde fue quemada.
“Hoy los bosques cubren más de la cuarta parte de las tierras emergidas, excluyendo la Antártida y Groenlandia. La mitad de los bosques están en los trópicos; y el resto en zonas templadas y boreales. Siete países albergan más del 60% de la superficie forestal mundial: Rusia, Brasil, Canadá, Estados Unidos, China Indonesia y Congo. La mitad de los bosques que una vez cubrieron la Tierra han desaparecido, y lo que es más importante, en términos de biodiversidad, cerca del 78 por ciento de los bosques primarios han sido ya destruidos y el 22% restante están amenazados por la conversión a otros usos como la agricultura y la ganadería, la especulación, la minería, los grandes embalses, la extracción de madera, las carreteras y pistas forestales, el crecimiento demográfico y el cambio climático. Un total de 76 países han perdido ya todos sus bosques primarios, y otros once pueden perderlos en los próximos años…
…Por lo menos 5 millones de Km2 de bosques tropicales han sido talados entre 1960 y 1995, una superficie equivalente a diez veces España. Asia perdió un tercio de su superficie forestal y África y América Latina perdieron el 18 por ciento cada una. Durante la primera mitad de los años noventa, estas regiones continuaron perdiendo porciones significativas de su cobertura forestal. Más de la mitad (el 57 por ciento) de la pérdida neta de bosques entre 1980 y 1995 tuvo lugar en sólo siete países: Brasil, Indonesia, Congo, Bolivia, México, Venezuela y Malaisia…
….Al terminar el siglo XX hay una pérdida neta anual de 11,3 millones de hectáreas de bosques, según la FAO, qu8e se destinan a otros usos. Entre 1990 y 1995, por lo menos 107 países registraron una pérdida neta de superficie forestal, según el Worldwatch Institute. En el mismo periodo el área foresta se redujo en 56 millones de hectáreas, resultando de una pérdida de 65 millones de hectáreas en los países en desarrollo y una aumento de 9 millones de hectáreas en los países industrializados.
“Historia de los bosques” (A Forest Journey). John Perlin. Gaia. Proyecto 2050. 1ª Ed. 1999. Páginas 481 a 483”
8 El segundo ángel tocó la trompeta, y algo como un gran monte ardiendo en fuego fue precipitado en el mar. La tercera parte del mar se convirtió en sangre,
9 murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar y la tercera parte de las naves fue destruida.
“La actual flota pesquera mundial tiene un tamaño 2,5 veces superior a lo que los océanos pueden soportar de manera sostenible, lo que significa que los seres humanos extraemos mucha más pesca que la que ofrece la tasa de reemplazo. Como resultado de lo anterior:
El 52% de las pesquerías mundiales están completamente explotadas y el 24% sobreexplotadas, agotadas o en recuperación del agotamiento.
Siete de las diez principales pesquerías marinas, que representan el 30% de todas las capturas, están completamente explotadas o sobreexplotadas.
El 90% de todos los grandes peces de los océanos ya ha sido capturado.
Algunas poblaciones importantes de especies marinas comerciales han sido diezmadas hasta el punto de estar en peligro de extinción
A menos que la situación actual mejore, se cree que las reservas de todas las especies que hoy se pescan para alimentación, pueden haberse agotado hacia 2048
World Wildlife Fund (WWF)
http://www.panda.org/about_our_earth/blue_planet/problems/problems_fishing/”
10 El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella ardiendo como una antorcha. Cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre las fuentes de las aguas.
11 El nombre de la estrella es Ajenjo. La tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se volvieron amargas.
Por otro lado, la construcción de más de 40.000 grandes presas a lo largo del siglo XX ha generado una reducción drástica de las pesquerías fluviales, llevando a la extinción de muchas especies de peces y molusccos. Esta quiebra biológica es hoy una de las claves de la crisis alimentaria para millones de seres humanos en multiutud de comunidades que tenían en la pescca fluvial su base de provisión de proteínas.
Pedro Arrojo Agudo Dpto. de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza. IV Encuentro de Políticas de la Tierra. Salamanca. 2005
Naciones Unidas estima que la cantidad de aguas residuales que se peroducen anualmente es de unos 1.500 Km3, unas seis veces más agua que la que existe en todos los ríos del mundo United Nations World Water Assessment Program (2003)
http://www.pacinst.org/reports/water_quality/water_quality_facts_and_stats.pdf
12 El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciera la tercera parte de ellos y no hubiera luz en la tercera parte del día, y asimismo en la noche.
¿Alguien que viva en una gran ciudad ve desde su casa al menos dos tercios de las estrellas del cielo que veía su abuelo en el campo?
Apenas un 1% de los 560 millones de habitantes de ciudades en Chna respira aire que se pueda considerar seguro por los estándares de la Unión Europea, según un estudio del Banco Mundial. La contaminación del aire es particularmente mala en las áreas dañadas del nordeste de China. Un estudio llevado a cabo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que la cantidad de partículas suspendidas en el aire en el nordeste de China es unas 20 veces superior a los uqe la OMS considera niveles seguros.
http://factsanddetails.com/china.php?itemid=392
13 Miré, y oí un ángel que volaba en medio del cielo y decía a gran voz: «¡Ay, ay, ay de los que habitan en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para tocar los tres ángeles!»
Apocalipsis 9
1 El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra. Y se le dio la llave del pozo del abismo.
2 Abrió el pozo del abismo, y del pozo subió humo como humo de un gran horno, y el sol y el aire se oscurecieron por el humo del pozo.
Armas nucleares: un repaso de la historia nuclear.
http://www.youtube.com/watch?v=gJe7fY-yowk
3 Del humo salieron langostas sobre la tierra, y se les dio poder, como el poder que tienen los escorpiones de la tierra.
4 Se les mandó que no dañaran la hierba de la tierra, ni cosa verde alguna ni ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuvieran el sello de Dios en sus frentes.
5 Pero no se les permitió que los mataran, sino que los atormentaran cinco meses; y su tormento era como el tormento del escorpión cuando hiere al hombre.
6 En aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos.
7 El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro, sus caras eran como caras humanas,
8 tenían cabello como cabello de mujer y sus dientes eran como de leones;
9 tenían corazas como corazas de hierro y el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla;
10 tenían colas como de escorpiones, y también aguijones, y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses.
11 Sobre ellos tienen como rey al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión.
12 El primer ay pasó; pero vienen aún dos ayes después de esto.
13 El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios,
14 la cual decía al sexto ángel que tenía la trompeta: «¡Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates!»
15 Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar la tercera parte de los hombres.
16 Y el número de los ejércitos de los jinetes era de doscientos millones. Yo oí su número.
17 Así vi en visión los caballos y sus jinetes, que tenían corazas de fuego, zafiro y azufre. Las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones, y de sus bocas salía fuego, humo y azufre.
18 Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres: por el fuego, el humo y el azufre que salía de sus bocas,
19 pues el poder de los caballos estaba en sus bocas y en sus colas, porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas y con ellas dañan.
20 Los demás hombres, los que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos ni dejaron de adorar a los demonios y a las imágenes de oro, plata, bronce, piedra y madera, las cuales no pueden ver ni oir ni andar.
21 No se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus robos.
Yo no creo ni en la Biblia ni en Dios, pero me tira lo irracional porque es lo que me llena. Necesita más alimento mi espíritu que mi cuerpo. Lo reiviindico tal cual, mal pese a las cabezas cuadradas que creen haber hallado la solución. Y no tengo poderes para transformar el mundo.
Carme, dí mejor que no tienes ganas, o que no estás dispuesta a invertir el tiempo y el esfuerzo necesarios en ello, es más honesto, y así ni te autoengañarás ni nos engañarás. Lo irracional es tremendamente cómodo, y un pretexto muy suculento para quien no quiere comprometerse.