En Cataluña, como en España o en Gabón, Nicaragua y hasta en la poderosa Rusia, todo el mundo respira gracias a que fluye un capital que dirigen y organizan oligopolios financieros llamados bancos, que no tienen nacionalidad, ni alma, ni nada que se le parezca.

En mi pueblo, hace 60 años, mucha gente apenas manejaba dinero físico (no hablemos de transacciones modernas bancarias, tarjetas de debito y crédito y tantos instrumentos modernos de intercambio de bienes que hacen posible la vida de una sociedad mundial creciente ente compleja). Eso les daba una cierta independencia que hoy no tenemos en las grandes urbes del mundo moderno. Ese es el AIRE que respiran las sociedades modernas y del que dependen muchos para vivir en estas sociedades complejas y modernas. El poder financiero que controla esos flujos, controla el aire que respiras. Por tanto, no es que Cataluña respire gracias a España, es que España y Cataluña, lo mismo que Escocia o California, dependen de lo que le interese al gran capital. Y si por cualquier razón táctica o estratégica, a este capital no le interesase que Escocia se independizase del Reino Unido, son muy capaces de cambiar las sedes o hacer presiones y boicots y dejar a Escocia en bragas.

No es el Reino Unido y Cameron quienes han amenazado estos días a Escocia, acojonando bastante a buena parte de los escoceses, lo mismo que nos acojonaron, días antes del referéndum sobre la OTAN, las brutales amenazas y presiones de los grandes poderes facticos ejercidas a través del pelele Felipe González, para que la gente votase si a la OTAN, cuando el resultado era tan incierto como hoy el de Escocia; es que, por la razón que sea, al gran capital, sin nacionalidad ni alma, no le viene bien esa independencia. Y si por cualquier razón a ese capital financiero, sin nacionalidad ni alma, no le interesase que Irak (Sadam Hussein) o a Gadafi en Libia decidiesen en un punto osar comerciar su petróleo en divisas que no fuesen petrodólares, el poder de bloqueo financiero y presión militar que pueden ejercer sobre ellos, es tan enorme como el que has visto y sus ansias de sacudirse el yugo de ese poder cuasi omnimodo, terminan dejando sus países hechos cenizas.

No es que E.E.U.U. (que no es nadie, en abstracto) no se lo permitan, es que es el poder financiero, sin nacionalidad ni alma, el que no tolera movimientos que vayan contra sus intereses. No se sí no ves el movimiento estos días incluso contra Rusia y cuales son los principales instrumentos para intentar someter y dominar una política, que como la de Putin, parece no interesar al poder financiero mundial: bloqueos bancarios, restricciones a las transacciones económicas y presión militar desvergonzada en la puerta de casa. Y esa es la poderosa Rusia.

Ahora imagina que grado de independencia y soberanía podría ejercer España (sus ciudadanos) si deciden algo que perturbe a ese poder (no al pelele de Obama, al que le dictan lo que hacer). Y eso no quiere decir que no haya que luchar hasta el fin contra este poder inmenso, oneroso y esclavizante, pero no se deben confundir las cosas: mientras el poder financiero global, sin alma y sin nacionalidad, no quede liquidado, hablar de independencia nacional, sea de España, Cataluña, Escocia, Venezuela, Flandes, Bélgica, Italia, la Padania, el Kurdistán, el Sáhara Occidental, Palestina, etc., es secundario y una entelequia. El enemigo de Cataluña (que es un ente abstracto) no es España (que es otro ente abstracto). Me parece más oportuno y útil pensar en quienes pueden joder al pueblo o a los ciudadanos de Cataluña o al pueblo y los ciudadanos de España. Y los que pueden joder más a los primeros no son, a mi juicio, los segundos, ni viceversa.

Por si no has terminado de entenderlo, mi posición es que el pueblo, desde sus organizaciones más atomizadas (comunidades de vecinos, ayuntamientos y municipios, regiones o zonas, actuales Estados-nación y hasta el global), pueda votar, decidir y hacer referéndums sobre cualquier aspecto que atañe a sus vidas en cualquier momento, desde subir la mensualidad de la comunidad, hasta separarse del portal de al lado si lo desean y así hasta llegar a la capacidad de una región que se sienten nación, como Cataluña, de separarse jurídica, administrativa y políticamente del Estado-nación al que pertenece, o a los nacionales de un Estado-nación de salirse de una organización supranacional. Pero me parecería pueril pensar que una vez convenientemente independizados de ese Estado-nación, se acabaron los problemas de dependencias de otros factores mucho más importantes que los que le pueden representar a un catalán tener hoy estructuras comunes con un aragonés o un murciano. Así que tu misma,vosotros mismos.

Yo no voy a ir con un tanque a destrozar Sabadell, como hacen algunos desgraciados militarizados del Oeste de Ucrania con Lugansk o Donetz por atreverse a decir muchos de sus habitantes que se sienten ruso parlantes y prefieren juntarse con Rusia que seguir bajo la férula ucraniana de un golpista nazi que ha prohibido el ruso como lengua en Ucrania. Ya estoy viejo para caer en estos asuntos. Ni el capullo del tanquista del ejército armado por los que sostienen al golpista de Kiev, ni el pobre desgraciado ucraniano de Lugansk, al que han tumbado el bloque donde vivía a bombazos y le han dejado sin luz y sin agua ni alimentos, están dirigiendo esa horrible partida. Ver las banderas de Ucrania sobre el tanque o las banderas filo rusas en las milicias contrarias me parecen absurdas simplificaciones de la realidad. Como igualmente me dan miedo, porque son perfectos instrumentos para esquivar la realidad, las banderas kilométricas, las saque un capullo a la plaza de Colón en Madrid, o con todos los respetos, millones de ciudadanos la estelada en Cataluña.