Crónica del Jaque al rey:
Ayer, 28 de septiembre de 2013, se puso una vez más de manifiesto la total indefensión a la que someten los poderes del Estado (legítimos, ilegítimos y fácticos) a los ciudadanos que quieren ejercer sus derechos.
En medio de un vacío mediático sin precedentes, solo comparable con los tiempos de la dictadura, se convocaba una manifestación ciudadana bajo el lema “Jaque al rey”. Tan solo algunos medios digitales alternativos se hicieron eco de esta convocatoria. Sin embargo, decenas de periodistas habían acudido a la lectura del comunicado y posterior rueda de prensa el miércoles 25 de septiembre, primer aniversario de la gran movilización que da nombre a la plataforma ciudadana convocante, Coordinadora 25S (*). Pero solo la prensa digital hizo breves reseñas del llamamiento, casi todas mutiladas y muchas sesgadas. La prensa audiovisual hizo el vacío al “Jaque al rey”. Está claro que las grandes masas de personas que se informan solo por la televisión no iban a tener acceso a esta convocatoria. Los motivos parecen obvios.
Lo que resulta chocante y contradictorio es leer titulares en la prensa tradicional que hacen referencia a la “operación jaula” programada por la Delegación de Gobierno en torno al Palacio Real. Anuncian un dispositivo policial sin precedentes para cubrir no se sabe bien qué, puesto que esos mismos medios solo hacen una mención velada a una manifestación antimonárquica ilegal y de la que dicen saber que los convocantes pueden ser violentos y peligrosos. Si no fuera porque no tiene la menor gracia, podría ser divertido leer en algunos periódicos que se va a desarrollar un fuerte dispositivo policial para proteger no se sabe qué de no se sabe quién. Es lo que tiene la censura informativa, que a veces incurre en contradicciones tan graves que te hacen sospechar de que no se está diciendo toda la verdad.
La víspera de la manifestación, el viernes 27, se esperaba la llegada de una delegación de una oficina de la OSCE para hacer el seguimiento del “Jaque al rey”. Incluso habían concertado ya entrevistas con los miembros de la plataforma ciudadana convocante, Coordinadora 25S. Sin embargo, esa supervisión internacional no ha sido posible, ya que el Gobierno les ha impedido la entrada en el país. Con el pretexto de que la convocatoria era anticonstitucional les han expulsado sin miramientos nada más bajar del avión. Mi contacto en dicha delegación, cuyo nombre omitiré por el miedo a represalias que esta persona tiene, manifestó que nunca, en ningún país de los que había visitado (ni Kazajistán, ni en Bielorrusia, ni en Uzbekistán) le habían tratado del modo que le trataron aquí. Esta persona estaba humillada y asustada. Es preocupante que un país que se dice democrático, expulse sin miramientos a los observadores de un organismo internacional que vela por los derechos humanos. Solo hay que leer la protesta que la OSCE ha puesto en su página web para hacerse una idea del alcance que esto puede tener(**). Lo más curioso es que la noticia de la expulsión ha sido titular de prensa importante y no se explica a qué venían los observadores expulsados. Es surrealista decir que se ha expulsado del país a una delegación internacional por venir a observar algo de lo que no se ha informado, es más, de lo que hay un vacío informativo total.
Puesto que todas las noticias hacían referencia a una represión policial inusitada, los miembros de la Coordinadora hicieron circular en las redes sociales, durante las horas previas a la manifestación, las recomendaciones de Legal Sol en caso de conflictos con las fuerzas del orden. Por otro lado, interpusieron una denuncia ante el Juzgado de guardia por lo que consideran una vulneración de los derechos ciudadanos en el libre ejercicio de su derecho de manifestación y reunión, amparado por el artículo 21 de la constitución vigente. Esta denuncia será ampliada en las próximas horas a resultas de los incidentes acaecidos antes de la manifestación.
El día 28 amaneció amenazando lluvia y conflictos. Los autocares procedentes de Valladolid para acudir al “Jaque al rey” fueron detenidos a la salida de su ciudad, aunque finalmente se les permitió continuar su camino y llegar a la manifestación. Un grupo de unos 60 jóvenes, pertenecientes todos ellos a secciones juveniles de diversos partidos, fueron retenidos durante casi dos horas en Legazpi y se les retiraron las banderas que llevaban a la manifestación, con el pretexto de que los palos son peligrosos. Finalmente los dejaron marchar tras la asistencia de una abogada, pero escoltados por unos 30 antidisturbios en el trayecto de metro hasta la cabecera de la manifestación. Otro grupo de personas fue retenido durante varios minutos en Callao porque portaban banderas republicanas. Por lo demás, el apabullante dispositivo policial, se contentó con observar a los manifestantes y limitarles la zona por la que discurrir.
La marcha estaba previsto que saliera del intercambiador de Moncloa a las 18h y más o menos se cumplió la hora. La estimación de asistentes se basa en unos cálculos sobre la superficie ocupada por la riada de gente (unos 6.000 m2 en la calle Princesa o Gran Vía) lo que lleva a determinar que, al menos, asistieron unas 8.000 personas, siendo pesimistas. Existen pruebas gráficas que lo corroboran. La manifestación fue totalmente pacífica, como ya anunciaron desde la Coordinadora 25S, pues ellos son no violentos, aunque practican la desobediencia civil como medida de protesta.
Precisamente de esta desobediencia civil parte la gran acusación que se ha hecho contra “Jaque al rey”, esto es: que no se había pedido permiso para la manifestación. Y como desde la Coordinadora 25S no paran de recordarnos, esto no es así, ya que el artículo 21 de la constitución vigente ampara el derecho a manifestarse de forma pacífica, poniéndolo únicamente en conocimiento de las autoridades. Y puesto que el “Jaque al rey” es conocido de sobra por Delegación de Gobierno, no en vano han preparado el gran dispositivo policial para cubrirlo, es innecesario hacer ninguna comunicación administrativa. En todo caso, el derecho administrativo (a pedir comunicación) nunca estará por encima del derecho constitucional (a manifestarse de forma pacífica), como ha quedado probado por varias sentencias judiciales que absuelven a distintas organizaciones por no haber comunicado diferentes manifestaciones que eran conocidas de forma notoria, lo cual eximía de dicho cumplimiento administrativo.
Y esas 8.000 personas llenaron, coreando lemas (El próximo desahucio que sea en la Zarzuela, Contratos de un día para la monarquía, Yo quiero un pisito como el del principito, Los Borbones a los tiburones, democracia si monarquía no, Juan Carlos I de Franco es heredero, Constituyentes-Constituyentes, etc..), las calles de Madrid: Princesa, Gran Vía, Preciados (aquí empezó el diluvio), Sol, Arenal y plaza de Opera. El dios de la lluvia debe ser monárquico, puesto que si la lluvia jarreada no hubiera hecho acto de presencia desde la mitad del trayecto, arreciando por momentos al aproximarse la marcha a Opera, probablemente estaríamos contando otra historia.
La plaza de Oriente estaba absolutamente cercada y fortificada por cientos de antidisturbios, todos con las porras telescópicas en ristre y algunos con unos nuevos cascos con cámara que grabaron a placer a ciudadanos pacíficos y desarmados en el ejercicio de sus derechos constitucionales. La multitud empezó a agolparse a la entrada de la plaza, ante las vallas que los separaban de los antidisturbios. Hubo un intento de negociar con la policía para que dejara acceder a la plaza, pero infructuoso. Finalmente, tras 45 minutos de espera, los manifestantes decidieron terminar el acto. Volvieron a Opera y se leyó un comunicado ante la prensa. Todo había sido pacífico por su parte. Todo podría haber sido de otro modo, tan solo con un pequeño empujón. Los jóvenes, siempre algo más exaltados, pedían saltar las vallas. Tal vez habría sido lo correcto. La plaza es del pueblo, ellos ya tienen sus palacios.
Valoración del Jaque al rey:
Teniendo en cuenta que los objetivos de la manifestación eran promover la necesidad de un proceso destituyente-constituyente que conlleve la abolición de la monarquía, podemos decir que el objetivo se ha cumplido sobradamente. A pesar de la sombra mediática a esta y a todas las manifestaciones que promueven esa necesidad, a pesar del miedo sembrado por Delegación de Gobierno, a pesar de la lluvia torrencial, las 8.000 personas que llenaron ayer las calles de Madrid lo dejaron muy claro: este sistema está muerto y hay que enterrarlo para que nazca uno nuevo, justo, igualitario y democrático.
Mucha gente que hubiera deseado ir no salió por miedo a los antidisturbios, mucha gente que pensaba salir, desistió a última hora por la lluvia que arrasó Madrid ayer, pero, lo que es más importante, mucha gente que tal vez hubiera salido, no tuvo posibilidad de conocer la convocatoria. Y eso es debido a que los medios de comunicación están en manos de la misma oligarquía que sostiene al Régimen del 78, la misma oligarquía que está expoliando a los ciudadanos, quedándose con todo lo que era de todos, privatizando hasta lo más esencial. Esa misma prensa paniaguada que jalea las gracietas del campechano corrupto y reclama compasión por su enfermedad. Como si los miles de enfermos que no reciben la asistencia médica adecuada desde que se iniciaron los recortes, no merecieran mucha más compasión y justicia.
Pero si, se puede decir que la convocatoria fue un éxito. Solo citaré unos pocos datos: 115 organizaciones adheridas, docenas de adhesiones individuales, 8.000 asistentes orgullosos de ser ciudadanos, no vasallos.
Debemos agradecer a las mujeres y hombres de la Coordinadora 25S el enorme esfuerzo que han realizado para visibilizar una necesidad imperiosa de esta sociedad: el proceso destituyente-constituyente, la ruptura con este Régimen corrupto y heredero del franquismo. Solo tras ese cambio seremos verdaderamente ciudadanos libres de un estado justo, igualitario y democrático.
(*)http://www.ivoox.com/jaque-al-rey-comunicado-rueda-prensa-audios-mp3_rf_2389486_1.html
(**)http://t.co/hNDo6cl2k7
OSCE/ODIHR Director disappointed by Spanish decision against monitoring of Madrid demonstration
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